En julio de 1.921 el ejército español asentado en el norte de África (El Rif) fue atacado en todas sus posiciones por los rifeños, provocando más de 10.000 muertos, la mayoría en el valle del Annual.
La posición de Sidi Alí estaba situada a unos 120 km de Melilla y 80 de Annual, en lo alto de un monte pelado; primero fue hostigada y luego atacada; contaba con 116 soldados a las órdenes del capitán Pedro Prats García. También tenía tres mulos y el caballo del capitán. Uno de esos soldados era Pedro Campo Solano, natural de Costean (Huesca) que tenía 24 años, con más de dos años de mili en El Rif.
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- Sidi Alí, como todas las posiciones del Rif, llevaba varios meses con escasez de víveres en especial de agua, harina y paja, y el rancho diario se había reducido de tres platos a uno. El agua provenía de una fuente situada a 38 Km, traída por dos camiones cuba hasta el cercano campamento de Zoco el Telazta; desde allí era repartida con camellos…
Cuando Sidi Alí sufrió el asedio y ataque de los rifeños ante la imposibilidad de resistir por carecer de comida, bebida y munición suficientes, recibieron la orden de descender por la noche al cercano campamento de Zoco el Telatza. Allí había 771 soldados más los supervivientes del resto de posiciones cercanas que también habían descendido: en total 1.566 hombres con escasez de víveres y municiones para resistir ningún asedio.
Reunidos los mandos en Consejo nocturno apresurado, decidieron ir reagrupados a las tierras del protectorado francés atravesando un valle ascendente cuyas altas cotas estaban tomadas por el enemigo. Decisión tomada ante la imposibilidad de ir a Melilla por estar el terreno en poder de los rifeños sublevados.
- De manera que los soldados de Sidi Alí hicieron dos retiradas: la primera a la una y media de la noche hasta Zoco el Telazta, en el transcurso de la cual fueron atacados y tuvieron varios muertos; luego (dos horas más tarde) desde Zoco hasta territorio francés. En la primera retirada murió el responsable de avisar de la llegada a los de Zoco y por ello fueron recibidos con fuego «amigo», al ser confundidos con los rifeños. «¡¡ No disparéis, no disparéis, que somos los de Sidi Alí !!», recordaba mi abuelo…
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- A las tres y media de la noche (sin haber pegado ojo y arrastrando muchas semanas con racionamiento de agua y comida) más de 1.500 hombres, en absoluto silencio emprendieron la retirada; previamente se había degollado a los perros para garantizar el silencio. Durante las primeras horas de la noche apenas fueron hostigados; luego, una espesa niebla amparó a la formación, en columna de a cuatro.
- Pero con la claridad del día la densidad de la columna fue blanco fácil para los rifeños apostados en las cumbres. Primero apuntaron a los oficiales y mulos de carga de ametralladoras, dejando la tropa sin bastantes mandos; el caos y el desconcierto se adueñó de los soldados. Los rifeños se abalanzaron desde lo alto, algunos a caballo. Intentaron defenderse con una improvisada reorganización, en ocasiones mediante guerrillas. Algunos soldados optaron por ir al estrecho desfiladero, puerta hacia Francia, donde fueron fácil presa del enemigo; otros optaron por adentrarse en el circo del valle y perderse por sus peñas; los más se enzarzaron en peleas cuerpo a cuerpo, a veces por hacerse con los caballos, otras con la ropa o el dinero de los soldados…
Valle por el que transitaron los soldados siendo atacados por las laderas. Al fondo, en lo alto, el destino pretendido.
(Fotografía de Santiago Domínguez Llosá. Gentileza de él y de asensi68desastrezocotelazta.blogspot.com)Los heridos carecían de convoyes para socorrerles y el pánico reinó entre unas fuerzas desorganizadas y menores a las atacantes.
Una avanzadilla, bajo el mando del capitán Francisco Asensi, ascendió hacia las cumbres, en busca del enemigo y aquello les costó la vida, que sacrificaron para facilitar el paso de los exhaustos soldados.
El paso a territorio francés, con los contendientes sin munición, se hizo mediante combates hombre a hombre. Los que pudieron llegar, derrengados, reventados, se hacinaron en un pequeño bosque sin atender los consejos de acercarse al cercano campamento francés… No tenían fuerzas.
De 1.566 soldados salidos de Zoco el Telazta sólo llegaron a Hassi Uenzga 441 hombres, muertos de sed; algunos desnudos, o en calzoncillos, pues en la pelea hombre a hombre los moros también lucharon por quitarles la ropa, o el dinero…
- El superviviente Pedro Campo a los pocos días del drama escribió una carta a su padre donde le cuenta su agotamiento físico y anímico. Es la carta IX del apartado «Cartas de Pedro» de este blog, y constituye uno de los pocos testimonios escritos que se conservan de aquellos desgraciados soldados.
Muchos de quienes salvaron la vida en El Rif al llegar a su hogar se sumergieron en un profundo silencio; Ramón Castillón, de Laspuña (Huesca) se metió en la cama aquejado de tanta debilidad que nunca más se levantó…
No fue el caso de mi abuelo, que vivió para contarlo.
Blas Broto
Mi abuelo paso la guerra en el presidio de Ceuta. En los años 40 se trasladó con toda su familia a Madrid. Retirado de la vida militar fue profesor y ayudaba a mi abuela en la farmacia (mi abuela se licenció en farmacia en los años 20).Mi abuelo padeció toda su vida un grave reuma a consecuencia de su reclusión en el presidio de Ceuta. En busca de un mejor clima para su enfermedad se trasladó a Sevilla, mas tarde a Málaga ciudad en la que falleció a la edad de 81 años, eran los años 70 .
Gracias por su interés.
Maria Prats
Mi abuelo falleció en 1978, con 79 años. Se hubieran podido ver y abrazar, antes de morir. A veces es la Historia quien une a las personas y no el encuentro personal afectuoso. ¿Vd. Vive en Málaga?
Gracias por su emotiva respuesta . yo vivo en Palma de Mallorca ciudad de la que es natural mi madre. Soy oriunda de Melilla ciudad especialmente unida al anual .Mi padre y todos sus hermanos también ingresaron en el ejército , el único en vida es mi tío Rafael Prats del Campo.
Un cordial saludo
Maria Prats
Estimada Maria,
Me llamo Jorge Garrido y soy investigador. Vivo en Palma de Mallorca también y me gustaría ponerme en contacto con usted para proporcionarle todos los datos que he conseguido recabar de su abuelo.
Reciba un cordial saludo y espero conocerla pronto
PD: mi correo es jorge.g.laguna@hotmail.com
Qu’e orgullo siento por que este blog sea un lugar de encuentro de descendientes de soldados testigos de Annual. Todos coadyuvamos a que su memoria no se pierda por la alcantarilla de la Historia.
Hola Jorge !! Ya le he enviado un correo con mi número de teléfono.
Este es mi correo mariposagelabert@hotmail.com.
Un saludo
Maria prats
En cuanto a la herida del capitán madrileño Pedro Prats García, debemos aclarar que fue herido en «región posterior lateral derecha del cuello, con orificio de entrada en la cara posterior del referido cuello y de salida en la región lateral de pronóstico menos grave». Más tarde, la comisión de médicos pertinente calificó la herida de leve por lo que, a pesar de sus insistentes reclamaciones, se denegó al capitán Pedro Prats García la Medalla de Sufrimientos por la Patria. En 1942, indultado de la pena de prisión, causará baja en el Ejército al ser también condenado injustamente en 1941 a la pena de separación del servicio, por su negativa a sublevarse en Melilla el 18 de julio de 1936. Volveremos a hablar sobre este oficial, de firmes convicciones republicanas y que fue condecorado con dos Cruces rojas del Mérito Militar de 1ª clase.
Gracias. Me interesa que fue de él durante la guerra civil, y posteriormente.
Pedro Prats García (1-1-1893), jefe de la 1ª Compañía del II Batallón, continuó en Marruecos y pasó por diferentes unidades de regulares. En julio de 1936 era comandante en el Grupo de Regulares de Larache al mando del teniente coronel Luis Romero Basart. Prats se negó a sublevarse, por lo que fue detenido y posteriormente dado de baja por desafecto. Durante la democracia fue nombrado teniente coronel honorífico.
Muy buen artículo. El Capitán Pedro Prats era Mi abuelo.
Hola. Me alegro muchísimo de conocerte. Vi fotos de tu abuelo, pensé que el mío lo conoció y trat’o… Puedes imaginarte lo que me satisface que me escribas.
Un abrazo.
Blas
Mi tío abuelo, el capitán médico Teófilo Rebollar Rodriguez, estuvo allí destinao como médico en septiembre del 20, luego murió asesinado en Mont Arruit, el 9 de agosto de 1921.